Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias.
Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar.
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterias, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese, porque le estarás quitando la esperanza.
Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer un alma. Y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañia no siempre significa seguridad.
Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado. Aceptarás que incluso las personas buenas podrían herirte y alguna vez necesitarás perdonarlas.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencias sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.
Aprenderás que cuando sientes rabia tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel...
Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma.
No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás por lo tanto debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.
Aprenderás que no importa en cuántos pedazos tu corazón se partió; el mundo no se detiene para que lo arregles.
Aprenderás que las verdaderas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias. Y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida.
Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones.
No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.
Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte.
Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.